Evitar el bloqueo de la eficiencia: ¿por qué las empresas no deberían posponer sus planes de robótica?
Publicado a las 24 de septiembre de 2024 el Operational Excellence
Tardar en invertir en tecnologías innovadoras implica numerosos riesgos. Las empresas que todavía dudan deberían hacerse tres preguntas.
La economía europea se enfrenta a una serie de dificultades que afectan a su crecimiento, estabilidad y competitividad. Europa, por ejemplo, tiene una de las poblaciones más envejecidas del mundo. El envejecimiento de la mano de obra ejerce mayor presión en los sistemas de seguridad social y reduce la oferta de fuerza de trabajo, lo que podría ralentizar el crecimiento económico. Además, el compromiso de la UE con el Pacto Verde Europeo y la consecución de la neutralidad de carbono para 2050 requiere de inversiones sustanciales y cambios estructurales en varios sectores. A esto se añade además la falta de disposición a invertir debido a preocupaciones en el sector económico. Un estudio reciente del McKinsey Global Institute (MGI) reveló que las grandes empresas europeas de más de mil millones de dólares de ingresos han quedado por detrás de las empresas similares de EE. UU. En conjunto, invierten 400 000 millones menos al año y crecen con un tercio menos de rapidez.
Esta reticencia a invertir puede dar pie a varios problemas que tienen efectos a corto y largo plazo, incluidas desventajas en lo tocante a competitividad, sostenibilidad y reputación, menor productividad y menos éxito en la atracción de nuevos trabajadores cualificados. La robótica innovadora puede contrarrestar estos efectos, pero también exige pensar bien la financiación. Por tanto, las empresas que estén limitando sus inversiones hoy en día deberían plantearse la pregunta urgente de si el hacerlo no tendrá consecuencias negativas para ellas a largo plazo que contrarresten el ahorro a corto plazo. Las siguientes tres preguntas deberían ser el elemento central de estas consideraciones:
Pregunta 1: ¿por qué son menos eficientes las empresas que no invierten en robótica?
El retorno de la inversión (ROI) es el indicador utilizado tradicionalmente para medir la rentabilidad de una inversión. Pero ¿cuánto perjudica a una empresa no invertir en robótica a largo plazo? Las empresas que no hacen inversiones en estas tecnologías quedan por detrás de la competencia que sí recurre a sistemas modernos y automatizados para aumentar la eficiencia y la capacidad de producción. Al mismo tiempo, carecen de las innovaciones necesarias para desarrollar nuevos productos o servicios y mantenerse a la vanguardia de la tecnología. La robótica puede aumentar significativamente la productividad porque los robots pueden trabajar las 24 horas del día sin interrupciones. Las empresas que no emplean la robótica trabajan de forma menos eficiente. Además, las tecnologías de automatización se pueden convertir de forma más rápida y sencilla para diversas tareas, lo que hace que sean más versátiles y adaptables. Sin estas herramientas es más difícil responder adecuadamente a los cambios del mercado o a las necesidades de los clientes. No hay que olvidar que la robótica puede ser un medio para contrarrestar la creciente escasez de trabajadores cualificados en el entorno industrial. Durante mucho tiempo, la automatización se ha visto como alternativa a los trabajadores humanos: se pensaba que los robots sustituían a los operarios. La robótica colaborativa, por otro lado, se fundamenta en una cooperación más estrecha entre empleados y máquinas, y también es posible mejorar las habilidades humanas por medio de la automatización orientada al usuario. La aceleración de los procesos basados en datos mediante la digitalización incrementa las capacidades de la plantilla humana, por ejemplo, mediante el uso de aplicaciones de inteligencia artificial para ayudarles a disponer de la información pertinente para tomar decisiones. Opciones como el alquiler y el robot como servicio pueden resultar positivas para adquirir nueva tecnología. OMRON pone a disposición de las pequeñas y medianas empresas (pymes) una calculadora de retorno de la inversión para ayudarles a conocer mejor los aspectos económicos de la automatización. Si está planteándose adquirir o alquilar un cobot, esta herramienta puede indicarle cuál será el retorno de la inversión y cuándo una inversión puede llegar a ser rentable.
Pregunta 2: ¿por qué las empresas que no invierten en robótica son menos sostenibles?
Muchas empresas han hecho de la sostenibilidad su misión y están comprometiéndose cada vez más con la puesta en práctica de procedimientos sostenibles, lo que se denomina "responsabilidad corporativa". Lo que a menudo se pasa por alto al respecto de esta cuestión es que las tecnologías de automatización pueden fomentar la consecución de objetivos sociales y ecológicos de diversas maneras. Para poder conseguirlo, es esencial que los procesos y sistemas estén coordinados de forma óptima. Los sensores y la IA permiten a las empresas detectar en una fase temprana los problemas que pueden producirse en un sistema (por ejemplo, irregularidades como vibraciones y averías) y adoptar medidas correctivas. El control óptico y la innovadora tecnología de cámaras ayudan a detectar errores y empeoramientos de calidad de forma temprana, y contribuyen a reaccionar antes de que se produzcan miles de piezas defectuosas, tenga que detenerse la maquinaria y se generen los gastos adicionales evitables que supondrían las consiguientes rectificaciones o el desecho de estos componentes. Lo idóneo es que todos los procesos de las máquinas se coordinen y estén conectados los unos con los otros a la perfección a fin de incrementar la eficiencia y la sostenibilidad. El control de máquinas con plataforma robótica integrada de OMRON, por ejemplo, ayuda a reducir radicalmente los tiempos de cambio de las líneas de producción. Las empresas se enfrentan al reto de revisar sus prácticas de trabajo, desarrollar procesos sostenibles y facilitar la labor de sus empleados mediante la automatización.
Pregunta 3: ¿por qué las empresas que no invierten en robótica son peores para sus plantillas?
Hay algunas ideas erróneas a la hora de invertir en robótica. Es un temor extendido el que los robots quiten los puestos de trabajo a los operarios humanos. Pero esta suposición es errónea: una automatización correcta ofrece la oportunidad de facilitar las tareas a los trabajadores humanos en lugar de sustituirlos. El robot se encarga de las tareas repetitivas, pero es la persona quien debe adoptar las decisiones. Las tecnologías inteligentes como la robótica, los macrodatos y la informática en la nube, la realidad aumentada (RA) y el Internet de las cosas (IoT) pueden ayudar a abordar la creciente escasez de trabajadores cualificados gracias al nuevo valor que aportan y a la posibilidad de proporcionar versatilidad a los procedimientos. Trabajar con proveedores de tecnología como OMRON y sus socios, que conocen bien las herramientas como el 5G, el Edge AI y el análisis de datos, puede facilitar notablemente la puesta en práctica y el uso de dichas tecnologías. Otro consejo: desde la planificación hasta la prueba de concepto (POC), pasando por el desarrollo de un sistema que funcione de forma satisfactoria y rentable, se necesita tiempo, paciencia y un socio de confianza. Las empresas deben preguntarse de antemano qué tecnología se adapta mejor a sus necesidades y cómo pueden llevar sus actividades a nuevas cotas. La aceptación por parte de la plantilla humana también desempeña un papel importante a la hora de automatizar los procesos. Es recomendable empezar poco a poco y poner en práctica proyectos iniciales para, a continuación, incrementar rápidamente el alcance.
Conclusión: centre sus esfuerzos en las necesidades de las aplicaciones en lugar de en los costes
Las inversiones en nuevas tecnologías no deberían analizarse desde una óptica limitada. En lugar de ello, deben considerarse como una inversión de futuro. Un cálculo del retorno de la inversión por sí solo no es suficiente para demostrar todas las ventajas y posibilidades que la robótica innovadora ofrece a las empresas. En lugar de ello, se debe hacer partícipes a todos los actores relevantes para obtener una visión holística de todas las situaciones y problemas pertinentes. Por ejemplo, no es aconsejable centrarse en los costes de una nueva tecnología, como un cobot, si dicha herramienta se puede utilizar, convertir y ampliar de diversas formas y, en consecuencia, todavía no es posible determinar exactamente dónde se pueden optimizar los procesos. En lugar de centrarse en la tecnología y sus costes, las personas con la última palabra en la toma de decisiones deberían pensar y actuar de una manera más holística y centrada en los usos concretos. Contar con una red de socios fiable como la que ofrece OMRON ayuda a llevar a cabo adaptaciones específicas en la empresa y a encontrar una solución robótica que se adapte exactamente a sus necesidades.