Para mantener unos altos niveles de eficiencia y calidad en la producción se requiere una gestión y un control que puedan detectar y ajustar meticulosamente las pequeñas diferencias y los cambios que se producen en el comportamiento y las condiciones de las llamadas «4 M», del inglés «man, machine, material y methods»: hombre, máquina, material y métodos. En el pasado, la sensibilidad humana, los sentidos humanos y los «trucos del oficio» aprendidos con la experiencia eran esenciales para lograrlo. Nuestras soluciones aplican nuestras diversas tecnologías de detección y monitorización del estado de los equipos para autonomatizar las tareas en las que es imprescindible responder a los cambios en las 4 emes. Estas tecnologías convierten a las máquinas en equipos autónomos que pueden producir sistemáticamente productos correctos sin intervención humana, dotándolas de un control predictivo que puede detectar y solucionar posibles cambios en la calidad.